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Si te gusta entrenar, disfrutas haciendo ejercicio y nunca descansas de tu deporte favorito, quizá te estés preguntando, ¿qué pasa si hago ejercicio todos los días? Lo cierto es que hacer deporte todos los días no es tan beneficioso.
Incluso los deportistas de élite descansan al menos un día de la semana, pero, ¿por qué?, y ese día de descanso, ¿no es posible realizar ninguna actividad física?, ¿a qué llamamos ejercicio y cuántas horas deberíamos practicarlo al día para tener el máximo rendimiento?
A continuación, contestamos a algunas de estas preguntas:
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Beneficios del deporte de forma regular
Practicar deporte de forma regular es una garantía de salud. El deporte, al igual que la alimentación y el descanso son los pilares sobre los que se asienta la salud.
En el caso de sedentarismo, aumento de peso, poca fuerza en músculos y huesos, etcétera, las enfermedades se multiplican. También una baja actividad física puede llevar a problemas de corazón, de tensión y más.
Y por supuesto, el ejercicio favorece el descanso y libera las conocidas como hormonas de la felicidad que mejorarán tu estado anímico.
Estos son los principales beneficios del deporte cuando lo practicas de forma regular, es decir, 3 o 4 veces por semana:
- Controlar tu peso.
- Ganar fuerza en músculos y huesos.
- Reduce la posibilidad de aparición de enfermedades cardiovasculares.
- Reduce la posibilidad de diabetes.
- Lucha contra algunos tipos de cáncer como el de vejiga, esófago o riñón.
- Reduce el riesgo de artritis, artrosis…
- Ayuda a la longevidad.
- Reduce el estrés y la ansiedad.
- Aumenta la capacidad pulmonar y reduce la fatiga.
- Mejora el estado anímico.
- Favorece el sueño.
- Mejora la piel y la rejuvenece.
Estos y muchos otros, serán los principales beneficios que obtendrás de practicar deporte de forma frecuente, desde dos veces a seis veces por semana.
¿Qué pasa si hago deporte todos los días?
Todos los expertos aconsejan hacer deporte con frecuencia. De hecho, de nada sirve realizar ejercicio solo dos o tres veces al mes, aunque sea una actividad muy intensa, lo relevante es que sea frecuente y periódico.
Pero, ¿cuál es la periodicidad ideal? A partir de dos o tres veces a la semana podemos hablar de ejercicio físico regular. Sin embargo, algunas personas lo llevan al extremo y entrenan 6 o hasta los 7 días de la semana. Es decir, entrenan todos los días.
Muchos creen que esto supone una enorme ventaja, pero no es así. Incluso, hay estudios que demuestran que entre un día de entrenamiento y otro, debe existir uno de descanso. Claro que, esto dependerá de cuánto ejercicio realices, de tu forma física, tus costumbres y rutinas, etcétera.
Es decir, para un deportista de élite no supondrá ningún problema dar un paseo de dos o tres horas en su día de descanso, pues su cuerpo ni siquiera lo estará sintiendo como “deporte”. Es decir, no es una actividad física en la que el cuerpo tensa los músculos, se siente cansado o llega a su límite.
Por ello, como siempre, lo relevante es escuchar a nuestro cuerpo y descansar al menos un día a la semana e idealmente 2 o 3 días de la semana.
Por supuesto, estos días de descanso no son para volverte una persona sedentaria. Lo ideal es que andes, que te muevas e incluso que bailes. Lo importante es que no lleves a tu cuerpo al límite.
De hecho, muchos estudios confirman que para quien quiera conseguir un buen rendimiento, el correcto descanso de sus músculos es esencial.
Lo ideal es que los músculos puedan descansar dos días a la semana pues así los tejidos se regeneran mejor y será más fácil evitar lesiones, mejorar el rendimiento, ganar fuerza, etcétera.
Este reposo no debe ser absoluto. Si te gusta caminar y estar al aire libre una o dos horas de paso rápido no serán perjudiciales.
En conclusión, si haces deporte todos los días y no dejas descansar a tus músculos:
- Tus músculos no descansan y siguen en tensión.
- No tendrás un alivio del estrés pues la tensión de los músculos se transmitirá a otras zonas.
- Tendrás más posibilidades de lesionarte.
- No perderás más grasa.
- Se produce un estancamiento en la rutina y dejarás de ver resultados.
- Puede causar obsesión e incluso vigorexia.
No obstante, si a pesar de esto crees que es buena idea realizar deporte todos los días, asegúrate de que no trabajas los mismos músculos o grupos musculares
¿Es necesario descansar un día?
Sí, es necesario descansar los músculos un día e incluso dos o tres días. Para ver los efectos es necesario dejar que los músculos descansen, ya que así podrán regenerarse mejor y aumentarán su volumen, fuerza y flexibilidad.
También la grasa podrás perderla antes si descansas una o dos veces a la semana, pues de lo contrario se podría producir un estancamiento.
Asimismo, conviene no obsesionarse con el deporte y repartirlo de forma saludable.
¿Cuántas horas debo entrenar al día?
No hay una respuesta exacta a esta pregunta. Lo cierto es que todo depende de la intensidad del ejercicio, de tus metas, tu resistencia física, estado de salud…
Nunca es aconsejable entrenar más de dos o tres horas seguidas sin un descanso de varios minutos.
Salvo en el caso de los deportistas de élite dos horas deberían ser suficientes para conseguir tus metas. No obstante, si entrenas más horas, hasta 4 o 5 horas no debe existir inconveniente, siempre y cuando hagas los descansos necesarios, te hidrates correctamente, hagas estiramientos antes y después de las sesiones y sobre todo, lo importante es que varíes el grupo de músculos que trabajas.
Formas de hacer ejercicio moderado en tu día de descanso
Hay muchas formas de mantener una actividad física durante los días de descanso. Lo importante es que no notes tensión en tus músculos y que tampoco le dediques demasiadas horas.
Mejor aún si es una actividad que realizas en compañía como, por ejemplo: nadar en la piscina, pasear, subir o bajar las escaleras, correr durante algunos minutos, ir andando en lugar de coger el coche o el transporte público, etcétera.
¿Estás haciendo demasiado ejercicio?
Si estás haciendo demasiado ejercicio puede que tu cuerpo no reaccione bien. Aunque no debes confundir este “malestar” con el que desencadena, por ejemplo, un primer día en el gimnasio, que a menudo puede darte agujetas o tirantez en algunos músculos.
Cuando llevas varios meses haciendo ejercicio sin el descanso adecuado tu cuerpo se puede resentir del siguiente modo:
- Sentirás los músculos doloridos.
- Podrás sentir pesadez cuando hagas ejercicio.
- No rendirás al mismo nivel.
- Podrías desarrollar ansiedad.
- No habrá mejoras en tu rendimiento.
- Podrás estar deprimido.
- Pronto sentirás que necesitas descansar mucho más.
- Perderás parte de la motivación.
- Menor control de tu peso.
- Te sentirás muy cansado.
Es decir, hacer ejercicio todos los días es contraproducente y jugará en tu contra muy pronto si no descansas al menos uno o dos días de la semana.
Los primeros síntomas en aparecer son la fatiga, la bajada en el rendimiento y el dolor en algunos grupos musculares. Por último, podrías sentir ansiedad y hasta empezar a sentirte muy deprimido y sin ganas de realizar ninguna otra actividad.
¿Cómo puedes saber si el ejercicio se ha transformado en una obsesión?
La obsesión por el ejercicio puede aparecer cuando sentimos que es el principal punto de nuestra vida o que si un día no realizamos deporte nos encontraremos mal. Es decir, la sensación de “estar haciendo algo mal” si no vas a entrenar es el primer paso para una obsesión y estas suelen ser las consecuencias:
- El ejercicio ya no te resultará divertido.
- Sentirás culpa si no vas a entrenar.
- Puedes evitar citas, tiempo con los amigos o incluso horas del trabajo para ir a entrenar.
- Tus familiares y amigos te alertan sobre tu obsesión.
¿Cómo puedes compensar este exceso de ejercicio?
Si por algún motivo solo descansas uno o dos días de la semana, hay formas de equilibrar este exceso de ejercicio, aunque por supuesto para cada persona será diferente. Estas son algunas ideas para que no sientas dolor en los músculos ni bajes tu rendimiento:
- Duerme un mínimo de 8 horas al día.
- No hagas ejercicio si el frío o el calor son extremos.
- Bebe mucha agua.
- Consume las calorías necesarias para tu nivel de ejercicio y ante la duda, auméntalas.
- Descansa al menos 6 horas entre sesión y sesión de entrenamiento.
Conclusión
Lo que ocurre si haces ejercicio todos los días es que podrás bajar tu rendimiento. Primero, debilitarás tus músculos e incluso será más probable que padezcas lesiones. Pero también podrían aumentar tus niveles de ansiedad, estrés e incluso podrías deprimirse u obsesionarte con la actividad física.