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Los cambios de humor repentinos suceden con frecuencia en personas de todas las edades, desde niños hasta ancianos. Este comportamiento es provocado por impulsos emocionales que pueden venir de muchas fuentes.
Para aprender a controlarlo, es necesario saber qué lo origina. De ahí que vayamos a hablar con profundidad acerca de estos cambios de humor repentinos, qué son y cómo podemos manejarlos.
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¿Qué son los cambios de humor repentinos?
Los cambios de humor repentinos son aquellas fluctuaciones en el estado de ánimo que se dan sin motivo aparente. Puede suceder en personas de cualquier edad y sexo, y a menudo son intensos y rápidos.
Esto significa que en cuestión de segundos un ser humano puede pasar de un estado emocional dominado por la alegría, a otro controlado por la tristeza, la rabia, el miedo o incluso la ira.
Por lo general, los cambios de humor repentinos traen consecuencias negativas, tanto para quien los padece como para su entorno, ocasionando conflictos en su vida laboral, familiar y en su relación de pareja.
Otra característica a resaltar de los cambios de humor es que pueden ser detonados por cualquier situación cotidiana y controlable. No hace falta que ocurra una situación extraordinaria para desatar un cambio pronunciado en la parte anímica de una persona que padece estos cambios de humor repentinos.
Cómo manejar los cambios de humor repentinos
El primer paso para combatir los cambios bruscos de humor es tener conciencia del problema y reconocer las diferentes maneras en que está afectando tu vida. Seguidamente, lo más recomendable es conseguir apoyo psicológico que te ayude a entender las causas y te proporcione una guía clara sobre cómo combatirlas.
Todo este proceso puede ir acompañado con la adquisición de los siguientes hábitos:
- Definir una rutina diaria: Tener una rutina diaria bien clara puede ayudarte a manejar los cambios de humor, ya que deja menos espacio a las situaciones imprevistas y reduce el estrés.
- Hacer ejercicio: Además de los muchos beneficios del ejercicio, hacerlo frecuentemente también trae consigo muchas ventajas a nivel mental y emocional, ayudándote a controlar tu humor de una manera más efectiva.
- Dormir al menos 7 horas diarias: Anteriormente hablamos sobre cómo la falta de sueño afecta negativamente al estado de ánimo. Asegúrate de seguir una buena higiene de sueño y descansar entre 7 y 8 horas durante la noche, así podrás afrontar el día con una mejor actitud.
- Alimentarse saludablemente: Comer de manera saludable equilibra los niveles de azúcar en sangre y aporta al cerebro los nutrientes necesarios para promover un estado mental de relajación y serenidad.
- Aprender e implementar técnicas de relajación: Prácticas como el yoga o la meditación son ejercicios de relajación que se enfocan mucho en conectar con la parte emocional y mental del ser humano, fomentando el desarrollo de herramientas que ayudan en el equilibrio anímico.
- Evitar fuentes de estrés: Identifica y evita a medida de lo posible todas las situaciones que pueden causarte altos niveles de estrés en tu día a día.
- Ocupar la mente: Tener hobbies y dedicar tiempo a actividades productivas que vayan más allá de lo laboral es una buena manera de tener la mente ocupada y mantener el equilibrio emocional. Un buen ejemplo son los beneficios del baile para la salud mental. Puedes consultar el enlace anterior para conocer más sobre ello.
- Hablar del tema con otras personas: Y no solo con un psicólogo o profesional de la salud, busca apoyo en tus seres queridos o amigos y apóyate en ellos para superar los problemas de cambios de humor repentinos que están afectando tu vida. En este artículo hablamos sobre la importancia de la amistad para tu bienestar, no te lo pierdas.
Principales causas de los cambios de humor
Para determinar la causa principal de los cambios de humor repentinos en una persona, es necesaria la intervención de un profesional de la salud que evalúe el caso y emita un diagnóstico. Sin embargo, podemos identificar las siguientes situaciones como las causas más comunes:
Falta de sueño
La falta de sueño o insomnio es un problema creciente en la sociedad actual. Factores como los problemas monetarios, la exposición prolongada a la luz azul de las pantallas y las extensas jornadas laborales, han contribuido a debilitar la cantidad y la calidad del sueño.
Según The National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI), uno de los síntomas más comunes de la falta de sueño son los cambios de humor, que a menudo se manifiestan con irritabilidad y sensibilidad, lo que puede desencadenar situaciones violentas y reacciones exageradas ante situaciones comunes.
NHLBI realizó un estudio en adultos y concluyó que dormir entre 7 y 8 horas al día aporta múltiples beneficios para la salud, entre ellos, tener un mejor control del estado anímico durante el día.
Exceso de estrés
El exceso de estrés es otro detonante común de los cambios de humor repentinos. Las personas que viven en un constante estado de estrés tienen poco control de su estado anímico, haciendo muy difícil el manejo de las emociones.
Además, el estrés también es causante de muchos problemas físicos y psicológicos, desgastando a las personas hasta un punto donde se vuelven emocionalmente inestables y muy irritables.
Consumo de drogas
Las fluctuaciones en el estado de ánimo siempre han estado relacionadas con el consumo habitual de ciertas drogas. Estas sustancias atacan el cerebro y esto se refleja externamente con irritabilidad, impulsividad, reacciones exageradas y, en casos más severos, violencia.
Los cambios de humor repentinos podrían ser un claro indicio para sospechar que una persona ha comenzado a consumir drogas, sobre todo en adolescentes, que por naturaleza son menos capaces de controlar las emociones.
Sobreprotección paterna
Tanto en niños como en adolescentes, la sobreprotección paterna es un modelo de crianza que genera muchas reacciones negativas, entre ellas, los cambios de humor repentinos.
Esto se debe a que los padres sobreprotectores suelen cumplir con todos los deseos de sus hijos, evitando que desarrollen tolerancia a la frustración, una herramienta fundamental para encarar las situaciones cotidianas y extraordinarias con aplomo y control emocional.
Síndrome premenstrual
Altibajos, ataques de pánico y llanto, e irritabilidad persistente, son algunos de los síntomas más severos que, según este estudio publicado por University of Florida Health, pueden padecer las mujeres durante el síndrome premenstrual.
Los síntomas del síndrome premenstrual suelen aparecer entre los 7 y 10 días previos al inicio de la menstruación, causando incomodidad en la mujer y pudiendo generar tensión en sus relaciones personales.
Estrés Postraumático
El Estrés Postraumático se origina cuando una persona ha vivido o ha sido testigo de algún evento impactante, llevándolo a desarrollar una serie de síntomas para autoprotegerse, que pueden ser tanto físicos como psicológicos.
En este tipo de casos, los recuerdos intrusivos del evento traumático son los que generan los cambios de humor repentinos, pudiendo suceder de forma ocasional o muy frecuentemente en el afectado; en ambos casos se requiere de ayuda psicológica para poder afrontar la situación.
TDA
El Trastorno por Déficit de Atención es una afectación común que se manifiesta desde la infancia temprana. Se considera una condición crónica que puede o no estar ligada a la hiperactividad y no tiene cura, por lo que acompaña al individuo durante toda su vida.
El TDA termina por permear prácticamente todos los aspectos de la vida de quien la padece. En algunas personas, ocasiona cambios de humor repentinos y variaciones constantes en su personalidad.
Exceso de perfeccionismo
Aquellas personas que son demasiado perfeccionistas consigo mismas y con otros, están en constante riesgo de exceder límites y reaccionar de manera hostil ante imprevistos.
Las dinámicas negativas derivadas del exceso de perfeccionismo son comunes en entornos laborales, ya que la persona nunca está contenta ni conforme con los resultados obtenidos. Además de provocar cambios de humor repentinos, el exceso de perfeccionismo también es síntoma de trastornos psicológicos más profundos.
Baja autoestima
Uno de los muchos reflejos de los problemas de baja autoestima son las repentinas y pronunciadas fluctuaciones en el estado de ánimo. El complejo de inferioridad que padecen las personas con problemas de baja autoestima les dificulta mucho poder controlar sus emociones, desencadenando irritabilidad y otros tipos de reacciones negativas.
Enfermedades neurodegenerativas
Los desequilibrios emocionales son comunes en personas que sufren de patologías como el Parkinson o el Alzheimer. El daño neuronal causado por estas enfermedades afecta al cerebro de diversas maneras, dando lugar a cambios repentinos en el estado de ánimo.
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