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El dolor de espalda generalmente afecta la zona lumbar. Puede ser un problema a corto plazo, que puede durar pocos días o semanas, o continuar varios meses o incluso varios años. La mayoría de las personas tendrán alguna forma de dolor de espalda en alguna etapa de sus vidas.
INDEX
Por qué se produce el dolor de espalda
El dolor de espalda es extremadamente común; alrededor de cuatro de cada cinco personas se ven afectadas en algún momento de sus vidas. Cualquier persona puede tener dolor de espalda a cualquier edad, pero es más común en las personas entre 35 y 55 años, o más.
La espalda tiene muchas estructuras interconectadas, incluidos huesos, articulaciones, músculos, ligamentos y tendones. Su principal estructura de soporte es la columna vertebral, que está compuesta de 24 huesos separados llamados vértebras, más los huesos del sacro y el cóccix.
Entre las vértebras hay discos que absorben los golpes y permiten que la columna vertebral se doble. La columna vertebral se trenza hacia abajo a través del canal central de cada vértebra, conectando los nervios del cerebro con el resto del cuerpo.
A menudo es muy difícil saber exactamente qué causa el dolor de espalda, pero generalmente se cree que está relacionado con una tensión en una de las estructuras que se interconectan en la espalda y no un problema en los nervios. El dolor de espalda causado por una enfermedad subyacente más grave es raro y es difícil que se vea afectado a menos que sea muy anciano o muy joven.
Tipos del dolor de espalda
El dolor de espalda puede llamarse “agudo” o “crónico”, según cuánto duren los síntomas. Así, hablaríamos de los siguientes tipos:
- dolor de espalda agudo, que dura menos de seis semanas
- dolor de espalda subagudo, que dura entre seis semanas y tres meses
- dolor de espalda crónico, que dura más de tres meses
Síntomas del dolor de espalda
Si tiene dolor lumbar, es posible que tenga tensión, dolor o rigidez en el área lumbar. Este dolor a menudo hacer referencia a un dolor de espalda “no específico” y, generalmente, mejora solo en algunos días.
Debe consultar a su médico de cabecera tan pronto sea posible si, además de dolor de espalda, tiene:
- fiebre (temperatura alta)
- enrojecimiento o hinchazón en la espalda
- dolor que desciende por las piernas y debajo de las rodillas
- entumecimiento o debilidad en una o ambas piernas o alrededor de los glúteos
- pérdida de control de la vejiga o el intestino (incontinencia)
- dolor constante, particularmente a la noche
- dolor que está empeorando mucho y se propaga por la columna
Estos síntomas se conocen como “señales de alerta”. Es importante buscar ayuda médica para garantizar que no haya una causa subyacente más grave para su dolor de espalda.
Causas del dolor de espalda
Para la mayoría de las personas con dolor de espalda, no hay un problema o enfermedad específica que se pueda identificar como causa del dolor. Sin embargo, existen muchos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar dolor de espalda, o agravarlo una vez que ya lo tiene. Entre ellos están:
- ponerse de pie, sentarse o agacharse por períodos prolongados
- levantar, llevar, empujar o tirar de cargas muy pesadas, o bien hacer estas tareas de manera incorrecta
- tener un tropiezo o una caída
- estar estresado o ansioso
- tener sobrepeso
- tener una mala postura
Puede haber otras causas subyacentes más graves del dolor de espalda, pero estas son inusuales. Entre ellas están:
- una fractura: una grieta o ruptura en un hueso de la espalda
- osteoporosis: una enfermedad en que los huesos pierden densidad y los hace más débiles, frágiles y más propensos a quebrarse
- un disco desplazado: esto es cuando un disco se abulta tanto hacia fuera que hace presión sobre los nervios de su columna
- estenosis espinal: una enfermedad en la que se estrechan los espacios de la columna
- espondilolitesis: cuando uno de los huesos de la espalda se desplaza hacia adelante y fuera de posición
- enfermedad degenerativa del disco: cuando los discos de la columna vertebral se desgastan lentamente
- osteoartritis: enfermedad de desgaste que puede afectar las articulaciones de la columna vertebral en particular
- artritis reumatoide: enfermedad inflamatoria del sistema inmunológico que causa la inflamación del revestimiento de las articulaciones y las estructuras circundantes
- el dolor de espalda también puede ser causado por una infección o cáncer, pero estas dos causas con muy inusuales
Diagnóstico del dolor de espalda
Su médico de cabecera generalmente podrá diagnosticarle dolor lumbar por sus síntomas y no habrá necesidad de hacerle más pruebas.
Sin embargo, si sus síntomas no mejoran después de algunas semanas o tiene síntomas considerados señales de alerta, es posible que lo remita a una clínica especializada en espaldas para que se haga:
- una radiografía
- una tomografía computarizada (TC) (una prueba que utiliza equipo de rayos X y un software informático para crear imágenes del interior del cuerpo)
- una imagen por resonancia magnética (RM) (prueba que usa imanes y ondas de radio para producir imágenes del interior del cuerpo)
- análisis de sangre
Estas pruebas se usan para saber si tiene una causa subyacente más específica para su dolor de espalda.
Tratamiento del dolor de espalda
Si su dolor de espalda no es específico, su médico de cabecera le recomendará que pruebe medidas de autoayuda. También puede recetarle medicamentos o remitirlo a fisioterapia si su dolor es grave o crónico.
Sin embargo, si su médico de cabecera sospecha que tiene una causa subyacente específica, puede remitirlo a una clínica especializada en espalda o a una clínica del dolor para ver si puede recibir inyecciones en la columna vertebral. Estas se usan para encontrar la fuente exacta de su dolor de espalda, y también para tratarlo, pero no son adecuadas para todas las personas.
Cómo aliviar el dolor de espalda
Hay varias cosas que usted puede hacer en casa para ayudar a aliviar el dolor lumbar:
Manténgase activo y continúe sus actividades diarias con la mayor normalidad posible. Descansar en la cama puede empeorar el dolor lumbar, por lo tanto, trate de limitar al mínimo el tiempo que pasa recostado.
Aplique compresas calientes o frías en el área afectada. Puede comprar compresas para calor o frío especialmente diseñadas en casi todas las farmacias. Si prefiere, puede aplicar una compresa fría, como hielo o una bolsa de frijoles congelados, envueltos en una toalla. No aplique el hielo directamente sobre la piel, porque puede dañarla.
Medicamentos para el dolor de espalda
Tomar analgésicos de venta libre (como aspirinas o paracetamol) o medicamentos antiinflamatorios (como ibuprofeno) suele ser suficiente para aliviar el dolor lumbar agudo. También puede usar cremas, lociones y geles que contienen analgésicos o ingredientes antiinflamatorios. Siempre lea la información para el paciente que viene con el medicamento y, si tiene alguna pregunta, consulte al farmacéutico.
Si su dolor es grave o crónico, su médico de cabecera puede recetarle medicamentos más fuertes como diazepam, morfina o tramadol. Sin embargo, estos no son adecuados para todas las personas porque pueden ser adictivos y causar efectos secundarios. Consulte siempre con su médico y lea el prospecto de información al paciente que viene con su medicamento.
Terapias físicas
Un fisioterapeuta (un profesional de la salud que se especializa en mantener y mejorar el movimiento y la movilidad) podrá ayudarlo a diseñar un programa de ejercicio y estiramiento.
Como alternativa, su médico de cabecera puede remitirlo a terapia física, tales como fisioterapia, tratamiento quiropráctico u osteopatía (terapias que se dan junto con los tratamientos convencionales) para ayudarlo con su dolor de espalda. El tratamiento puede incluir ejercicio, recomendaciones acerca de la postura, masajes y técnicas conocidas como movilización y manipulación espinales. Los tratamientos generalmente duran entre seis y 12 semanas.
Cirugía para el dolor de espalda
El dolor de espalda, aunque sea crónico, por lo general puede tratarse o controlarse satisfactoriamente, pero alrededor de una de cada 10 personas tiene problemas permanentes. La cirugía de columna solo se considera como último recurso si el dolor está relacionado con una causa específica.
Prevención del dolor de espalda
Un cuidado adecuado de la espalda puede reducir ampliamente el riesgo de sufrir dolor lumbar. Para cuidar de su espalda, asegúrese de:
- hacer ejercicio regularmente: caminar y nadar son particularmente beneficiosos
- tratar de mantener sus niveles de estrés al mínimo
- doblarse de desde las rodillas y caderas, no la espalda
- mantener una buena postura, con los hombros hacia atrás y no encorvarse
Preguntas y respuestas
Respuesta
Hay varias cosas que usted puede hacer para ayudar a prevenir una lesión en la espalda por levantar y trasladar cosas. Siempre trate de pensar y planificar las cosas antes de intentar hacer actividades estresantes.
Explicación
Levantar objetos (también conocido como manipulación manual de cargas) suele ser parte de nuestra vida cotidiana y puede ser una causa común del dolor de espalda. Entre las actividades del lugar de trabajo que también se sabe que causan o agravan el dolor de espalda están:
- encorvarse, doblarse o agacharse;
- levantar, empujar o tirar de objetos grandes, pesados o difíciles de maniobrar;
- estirarse, voltearse o alcanzar;
- pasar períodos largos en una posición, lo que provoca tensión postural;
- trabajos donde todo el cuerpo está sujeto a vibración, tirones y sacudidas (como en trabajos de perforación).
Para prevenir el dolor de espalda causado por levantar y trasladar cosas, puede ayudar lo siguiente:
- estirar la espalda antes de levantar objetos pesados;
- siempre doblarse desde las rodillas, no la espalda;
- usar todo el cuerpo para voltearse, no girar la espalda;
- llevar objetos cerca del cuerpo;
- no llevar demasiadas cosas de una sola vez;
- pedir ayuda a alguien para levantar objetos pesados;
- usar equipos mecánicos para levantar cosas, cuando sea posible.
- Como regla general, es mejor levantar con cuidado y no más de lo que pueda manejar con facilidad. Siempre piense antes de hacer las cosas.
Si tiene dolor de espalda y ha estado faltando al trabajo, es importante que trate de regresar tan pronto como sea posible, ya que esto le ayudará a su recuperarse. Hable con su empleador sobre regresar gradualmente al trabajo y si se pueden adaptar sus tareas para evitar otras lesiones en la espalda.
Además, si en su trabajo debe levantar muchas cosas, puede asistir a un curso para aprender a levantar y manipular objetos. Generalmente, la mayoría de las grandes empresas los ofrecen.
Respuesta
Hay una serie de artículos de apoyo para las personas con problemas de espalda. Algunos pueden ser útiles, otros no dan ningún beneficio y algunos incluso pueden causar más problemas que beneficios. No debería usar ningún producto como tratamiento para su espalda hasta que haya hablado con su médico de cabecera o un terapista ocupacional (un profesional de la salud que puede darle asistencia práctica para ayudarlo a manejar sus tareas diarias y aumentar su independencia).
Explicación
Los siguientes son ejemplos de diferentes artículos de apoyo disponibles.
Colchones de densidad media. Idealmente, su colchón debe ser lo suficientemente suave para soportar y contener la forma de su cuerpo, aunque debe ser firme para permitirle girar de lado a lado fácilmente, sin girar la espalda. Las pruebas sugieren que un colchón de densidad media puede darle un mejor apoyo que una superficie firme a las personas con dolor lumbar crónico.
Soportes para la espalda, corsés y fajas. Algunas personas usan estos para conducir o cuando estarán sentados por períodos prolongados. Sin embargo, las pruebas sugieren que estos tipos de ayuda pueden no proporcionar ningún beneficio a las personas con dolor lumbar crónico. Dado que se usan diferentes tipos de apoyo para cada tipo y causa de dolor de espalda, es importante que recuerde que usar el tipo incorrecto puede empeorar su dolor.
Plantillas. Son artículos de apoyo que se colocan en el calzado para ayudar a tener una postura correcta. Hay pocas pruebas que demuestran que usar plantillas previene o trata el dolor de espalda.
Respuesta
Su médico de cabecera puede recomendarle que pruebe un programa de control del dolor si ha tenido dolor persistente durante un tiempo. Puede asistir a una clínica del dolor o, si prefiere, ponerse en contacto con un grupo de autoayuda.
Explicación
Si tiene un dolor de espalda continuo no específico, un programa de control del dolor podría ayudarlo a encontrar formas de controlarlo y vivir con los síntomas. Hacer ejercicio y recuperar su confianza física son partes importantes del enfoque de control del dolor, como también es aprender acerca de los factores físicos y psicológicos que contribuyen con el dolor.
Generalmente, los programas de control del dolor se ofrecen como un servicio ambulatorio. Puede asistir a las sesiones con un grupo de personas y estará dirigido por un equipo de profesionales de la salud, incluido un fisioterapeuta.
De forma alternativa, puede decidir probar con un grupo de autoayuda que puede proporcionarle más apoyo e información.
Respuesta
Existen pruebas claras de que recostarse en la cama o estar inactivo no ayuda con el dolor de espalda.
Explicación
Antes se pensaba que recostarse en la cama aliviaba la espalda dolorida. Ahora se recomienda mantenerse activo y volver a las actividades normales tan pronto como sea posible. Las pruebas demuestran que permanecer en la cama puede causar que las articulaciones se pongan rígidas, los músculos pierdan fuerza y, por lo general, hace que le lleve más tiempo recuperarse. Permanecer activo puede reducir el tiempo que necesita faltar al trabajo y puede reducir las probabilidades de tener problemas continuos y crónicos.
Respuesta
Sí. Hacer ejercicio regularmente puede ayudar a reducir y aliviar su dolor de espalda e incluso prevenir que regrese. Siempre hable con su médico de cabecera o fisioterapeuta antes de comenzar un nuevo programa de ejercicios.
Explicación
Hay muchas actividades físicas que puede hacer para mantener su espalda sana. Las investigaciones sugieren que puede ser útil si su dolor de espalda dura más de seis semanas. Puede probar lo siguiente:
- caminar, trotar o correr
- yoga, pilates o tai chi
- nadar
- montar bicicleta
- hidroterapia (ejercicios en el agua)
- Siempre recuerde hablar con su médico de cabecera o fisioterapeuta antes de comenzar un nuevo programa de ejercicios, especialmente si lleva algún tiempo sin hacer ninguna actividad física con regularidad.
Esta información fue publicada por el equipo de información sobre salud de Bupa y está basada en fuentes acreditadas de evidencia médica. Ha sido sometida a revisión por pares por parte de médicos de Bupa. Este contenido se presenta únicamente con fines de información general y no reemplaza la necesidad de consulta personal con un profesional de la salud calificado.
Fecha de revisión: 2021