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Está muy estudiado que fumar perjudica prácticamente todos los órganos del cuerpo. Adoptar este hábito no solo compromete tu bienestar sino también el de aquellos a tu alrededor, quienes se convierten en fumadores pasivos. Fumar implica inhalar el humo generado por la combustión de sustancias como el tabaco, opio o marihuana, liberando componentes activos que son absorbidos por el cuerpo a través de los pulmones.
En este artículo explicaremos algunos de los síntomas que experimentas en los peores días cuando dejas de fumar. Es importante entender que estos síntomas son transitorios y que, con determinación, es posible abandonar esta práctica nociva.
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¿Es difícil dejar de fumar?
Dejar cualquier adicción conlleva síntomas de abstinencia al reducir su consumo o al cesar completamente. Frente a la nicotina, el cuerpo manifiesta varias reacciones; conscientemente deseas dejarlo, pero tu subconsciente envía señales que impactan significativamente tu bienestar. La nicotina no solo es altamente adictiva, sino que también acarrea serias consecuencias para la salud. Para más detalles, puedes leer sobre las consecuencias del tabaco en el enlace proporcionado.
Algunos días resultan especialmente desafiantes al dejar de fumar, pero hay muchos testimonios de exfumadores que demuestran que es posible superar estos obstáculos. Abandonar el tabaco es un proceso gradual, que puede ser más prolongado si has fumado durante muchos años.
El proceso de dejar de fumar está también marcado por el "Síndrome de abstinencia", que puede ser más intenso para algunos fumadores que para otros.
Los síntomas de abstinencia pueden ser extremadamente incómodos, llegando a provocar desesperación y altos niveles de ansiedad. Es importante recordar que, aunque la abstinencia no presenta un peligro directo para la salud, estos síntomas alcanzarán su intensidad máxima aproximadamente tres días después de dejar de fumar, cuando las concentraciones de nicotina y sus derivados disminuyen en el organismo. Estas molestias pueden perdurar desde algunos días hasta varias semanas, pero la buena noticia es que con cada día que pasa, los síntomas se atenúan gradualmente.
Aunque dejar de fumar no es fácil, definitivamente no es imposible; hay casos en los que algunos individuos experimentan síntomas menos severos.
¿Qué ocurre cuando se fuma?
Fumar ofrece una sensación de placer a quien lo hace, pudiendo ayudar a aliviar tensiones y disminuir los niveles de estrés, aunque a un coste muy elevado. El uso crónico de nicotina provoca un incremento en las hormonas asociadas al bienestar, como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina.
Este proceso puede parecer beneficioso inicialmente, pero tiene un lado oscuro significativo. Para mantener la sensación de placer o calma, el fumador necesitará consumir más cantidad de tabaco progresivamente, lo que eventualmente desestabilizará su organismo al intentar dejar la nicotina.
Cuando se detiene el consumo, aparece el síndrome de abstinencia, reduciendo la producción de hormonas del bienestar. Esto resulta en aumento de la ansiedad, estrés elevado y otras manifestaciones negativas debido a la interrupción del suministro de la droga. Los primeros tres días sin fumar son generalmente los más difíciles, aunque con el tiempo, la gestión de los síntomas se hace más manejable.
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¿Qué pasa en el cerebro cuando dejas de fumar?
La nicotina es una potente droga presente en el tabaco, cuya adicción complica significativamente el proceso de dejar de fumar. Los cigarrillos están diseñados para facilitar la rápida absorción de esta sustancia en el cerebro.
Al llegar al cerebro, la nicotina provoca la liberación de hormonas que inducen a una sensación de bienestar. Con el tiempo, el cerebro se habitúa a su presencia, lo que afecta su funcionamiento y genera una dependencia psicológica que vincula el bienestar con el consumo de tabaco.
La ausencia de nicotina provoca irritabilidad y ansiedad, causando insomnio y otros malestares que pueden impactar negativamente la vida laboral y familiar. Tras superar el periodo inicial de abstinencia, el cerebro gradualmente se adapta a funcionar sin nicotina y recupera su estado normal.
Es importante entender que los días iniciales tras dejar de fumar son desafiantes. Según un estudio publicado en Archives of General Psychiatry, los síntomas de abstinencia son más intensos durante las primeras 12 horas y pueden alcanzar su pico máximo entre las 24 y 48 horas siguientes al último cigarrillo.
¿Qué hacer si se sienten antojos después de dejar de fumar?
Es común que, al estar cerca de fumadores, los antojos de fumar un cigarrillo se intensifiquen, causando aumento del ritmo cardíaco, presión arterial elevada y cambios bruscos en el estado de ánimo. Estas ganas de fumar aparecerán y desaparecerán periódicamente. A medida que pasa el tiempo, los antojos se hacen menos frecuentes hasta desaparecer por completo, incluso si hay personas fumando cerca.
Para manejar estos antojos, se recomienda emplear diversas estrategias de distracción que ayudarán a superar el impulso de fumar. Estas alternativas son efectivas y ofrecen un alivio temporal mientras se consolida la abstinencia.
- Considerar las terapias de reemplazo de nicotina para mitigar los síntomas.
- Evitar situaciones o actividades estrechamente relacionadas con el hábito de fumar.
- Tener a mano snacks saludables como zanahorias, pepinillos o chicles sin azúcar.
- Evitar bebidas estimulantes como el café, té o refrescos.
- Incorporar prácticas relajantes como la meditación o el yoga.
- Realizar caminatas cortas, al menos de 15 minutos, para distraerse.
Aplicar técnicas de respiración profunda también puede ser de gran ayuda. Inhalar profundamente por la nariz y exhalar lentamente por la boca repetidas veces puede ayudar a manejar los momentos de mayor ansiedad.
Consejos para superar los peores días cuando dejas de fumar
La nicotina es una droga que tiene efectos devastadores en el cuerpo, y a veces, a pesar de la voluntad de dejarla, se requieren métodos adicionales para superar esta poderosa adicción.
Existen varios consejos prácticos que puedes seguir para enfrentar los días más difíciles de abstinencia al dejar de fumar:
Convéncete de lo que quieres hacer
El primer paso es estar completamente convencido de tu decisión de dejar el hábito, lo que reduce significativamente las posibilidades de una recaída. Es útil tener a mano alternativas saludables y considerar terapias como la acupuntura o la auriculoterapia, que pueden ayudar a manejar el peso durante este proceso.
Además, mantenerte informado y consciente sobre los efectos nocivos del tabaco y los beneficios de dejarlo, te proporcionará una motivación adicional y reforzará tu decisión.
Adopta hábitos saludables
Adoptar hábitos saludables es fundamental para superar la adicción al tabaco:
- Respira: Practica la técnica de respiración 6-3-9 diariamente durante 10 minutos para fortalecer y recuperar el control de tus pulmones.
- Elimina toxinas: Bebe agua tibia en ayunas y consume zumos verdes. Evita el alcohol y los alimentos procesados.
- Mantén la calma: El proceso de dejar de fumar requiere tiempo y paciencia. Utiliza aceite esencial de lavanda para calmar la ansiedad aplicándolo en las muñecas según sea necesario.
- Alimentación saludable: Incrementa el consumo de frutas, verduras, cereales integrales y antioxidantes. Añade canela a tus comidas para reducir el deseo de dulces.
Investiga los beneficios que obtendrás al dejar de fumar
Fumar puede reducir hasta 10 años la expectativa de vida. Al dejar este hábito, los beneficios se hacen evidentes rápidamente: aumento de la resistencia física, estabilización de la presión arterial y mejora del sentido del gusto y del olfato, entre otros.
El riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, así como el cáncer de laringe y de páncreas disminuye significativamente, y hay una reducción notable en el riesgo de sufrir enfermedades coronarias.
Consume más vitamina C
La vitamina C es un aliado valioso en el proceso de dejar de fumar, ya que favorece la relajación y mejora el ánimo. Se recomienda consumir entre 1 y 3 gramos por la mañana para evitar problemas de insomnio si se toma más tarde.
Para más información sobre cómo incorporar más vitamina C en tu dieta, consulta nuestro artículo sobre alimentos ricos en vitamina C.
Ayúdate con terapias naturales
Mantener un enfoque integral es importante durante el proceso de dejar de fumar, cuidando tu bienestar mental, físico y emocional para evitar recaídas. Practicar yoga, técnicas de respiración y otras terapias manuales como masajes o reflexología son muy beneficiosas.
Terapias como la acupuntura, auriculoterapia y acupresión tienen sólido respaldo científico en su efectividad para dejar de fumar. La hipnoterapia también ha mostrado buenos resultados, ayudando a generar confianza, seguridad y relajación al tratar con el subconsciente.
Si te interesa alejarte del tabaquismo, recuerda que los beneficios de dejar de fumar superan con creces los síntomas de abstinencia. Ser fuerte y constante es clave para superar este reto y lograr el éxito en tu camino hacia una vida más saludable.